martes, 4 de septiembre de 2018

CAPÍTULO 4. LHASSA. TIERRA INVADIDA

  

   Lo cierto es que la idea que tenía de Lhassa cuando surgió la posibilidad de realizar este viaje respondía a lo que había visto en Dharamsala en la India. Me cuadraba, si el hogar del Dalai Lama estaba en un lugar idílico entre las montañas, si Lhassa era la capital del Tibet, el centro geográfico del del budismo...todo me sonaba a lugar perdido en el tiempo y en los mapas, un lugar inaccesible donde se conservaba íntegra la esencia y la magia de Asia.


   Nada más lejos de la verdad, lo único realmente exacto es lo dificil de su accesibilidad.... Viajar por el Tibet puede llegar a resultar un engorro máximo de papeleo, burocracia, controles militares, revisiones de pasaporte y normas pre establecidas por el gobierno chino buscando evitar todo tipo de suspicacias y situaciones embarazonas que pongan en duda su autoridad sobre este territorio. Hay que tenerlo completamente claro, para poder viajar por el Tibet hay que hacerlo a través de una agencia, no se puede montar el viaje por tu cuenta.


   ¿Magia? ¿Esencia? Lhassa la ha debido perder toda, o vamos, se la han ido arrebatando poco a poco. Tuvo que ser un lugar impresionante, lleno de templos, monasterios y monumentos, donde la devoción impregnaba cada rincón pero la ocupación china, su posterior "revolución cultural" y el control miltar y político posterior han ido poco a poco reconstruyendo una ciudad sin alma, de altos edificios de viviendas  de hormigón, fábricas y grandes avenidas, enfocada a la repoblación progresiva con población china y poco a poco la extinción, aniquilación, desaparición, no se qué palabra usar exactamente, de la cultura tibetana.

Lhassa, en plena ebullición
   
MONASTERIO DE SERA

   Es el último de los tres principales monasterios de la secta amarilla construidos en Lhasa. Fue fundado en 1419 por Sakya Yeshe, discípulo de Tsongkhapa. Aunque llegó a albergar más de 5000 monjes en su momento de máximo esplendor, actualmente el número no supera el de unos pocos cientos, que pueden ser observados a diario durante sus actividades de debate. A las 3 de la tarde en uno de los patios discuten por parejas sobre diferentes cuestiones filosóficas, no se muy bien la realidad de esta actividad, si realmente está enfocada a su formación o ya forma parte de un show turístico, me pasa lo mismo que con el asunto de la Kumari de Kathmandú, ¿dónde acaba la esencia y dónde el show turístico?

Monasterio de Sera
Monjes en plena actividad de debate
    Sea la realidad que sea, el Monasterio de Sera es otra visita indispensable en Lhassa. Llega un momento en que las explicaciones en sí te sobran porque son muy repetitivas, pero hacer esta visita con los ojos bien abiertos ayuda a empaparse de la cultura tibetana.

   Solo una curiosidad, un poco de cultura tras el mareo a budas que nos traía el Jimmy (nuestro guía tibetano), ya llegó un momento en que a mi me salían los budas por las orejas... Si ya es complicado razonar lo de la santísima trinidad cristiana, el que entienda el rollo budista que se ponga a ello, porque madre mía. Yo lo voy a intentar resumir a mi manera aunque se que no voy a utilizar el vocabulario exacto.

   Existen tres manifestaciones de budas principales o budas de los tres tiempos:
  • El Buda del pasado o Buda Dipankara, alcanzó la iluminación mucho tiempo antes que Sidarta Gautama. Se representa sentado en su trono en una posición normal.
  • El Buda del presente, el Buda que conocemos como Siddartha Gautama o Buda Sakiamuni, nació en Nepal hace 2500 años, es el el típico que aparece en la postura de meditación con las piernas cruzadas una sobre otra y realizando uno de los gestos o mudras característicos con sus manos. 
  • El Buda del futuro o Maitreiya, el buda que está por venir, que suele representarse de pie y realizando la mudra de bendición.
  • Buda Hotei o Buda sonriente, no es exactamente un Buda, popularmente aparece en algunos países  del sudeste asiático y es una representación de un monje budista gordito, sonriente y enjoyado.
Buda Hotei
 Para complicar la historia un poquito más, cada uno de estas representaciones puede a su vez realizar una mudra característica, es decir, un gesto con sus manos, los principales serían los siguientes:
  • El mudra ‘bhumisparsha’ se representa sentado, con la mano derecha descansando sobre la rodilla y con los dedos apuntando hacia el suelo. La mano derecha se apoya en el regazo, con la palma hacia arriba. Este mudra significa ‘tocar la tierra’ o ‘llamar a la tierra como testigo’ y representa el momento en el que Buda se iluminó bajo el árbol de Bodhi y únicamente la Tierra asistió como testigo de su iluminación.
  • El mudra ‘dhyana’ con ambas manos descansando sobre el regazo. El dorso de la mano derecha se inclina sobre la palma de la mano derecha. A menudo los pulgares se tocan entre sí, formando el triángulo místico. Es el mudra de la meditación y simboliza la sabiduría
  • El mudra ‘abhaya’ con la mano derecha levantada, con la palma hacia fuera y los dedos hacia arriba, mientras que el brazo izquierdo está junto al cuerpo. Este mudra es el gesto del valor.
  • El mudra ‘varada’ con la palma mirando al espectador. Los cinco dedos extendidos representan las cinco perfecciones: generosidad, moralidad, paciencia, esfuerzo y concentración. Este mudra significa compasión y caridad.
  • El mudra ‘karana’ con el dedo índice y el meñique apuntan hacia arriba, mientras que los otros están doblados hacia la palma. El significado de este gesto es el de alejar al mal y deshacerse de demonios y de energías negativas.
  • El mudra‘dharmachakra’ muestra la punta de un dedo índice que toca la punta del pulgar y el dedo índice de lo otra mano, formando el círculo místico junto al corazón. Representa el gesto de la enseñanza
  • El mudra ‘vitarka’ muestra las puntas el pulgar y el índice que se tocan y forman un círculo. La mano derecha se sostiene frente al observador, y la izquierda descansa en el regazo. representa un flujo infinito de energía
   Aunque en su momento intenté retener toda esta información que nos iban dando, bien Siri, bien Jimmy, al final se te hace un jaleo de nombres y significados en la cabeza que es muy dificil d ordenar al llegar a casa, ghe completa esta información en el siguiente enlace El significado de los gestos de Buda


PALACIO DE POTALA

    El lugar de residencia habitual y palacio de Invierno del Dalai Lama es la máxima expresión de la arquitectura tibetana y el lugar más emblemático de Lhassa. Desde la colina en la que está ubicado preside, supongo que resignado, la metamorfosis que sufre la ciudad.

   Fue clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994. Esta declaración fue ampliada en los años 2000 y 2001 para abarcar a los monumentos vecinos del Palacio Norbulingka y el Templo de Jokhang.

    Comenzó a ser edificado bajo el mandato del quinto Dalai Lama y posteriormente ha sufrido reformas bajo los mandatos de los sucesivos Dalais hasta alcanzar su fisionomía definitiva a comienzos del siglo XX.

La foto más buscada al anochecer
    El lugar es muy curioso. Según llegas, comienzas a ver miles de peregrinos dando vueltas interminables alrededor del recinto, recintando sus plegarias, dando vueltas a sus molinos de oración, arrodillándose cada dos pasos... poco a poco te vas impregnando de la suntuosidad y el respeto que muestran los tibetanos hacia sus creencias.

Vista lateral del palacio
   Tras acceder al recinto (y superar la pesadilla de chinos con sus controles obsesivos de las entradas) debemos ascender una interminable escalinata de 400 escalones que nos dejará en Deyang Shar, el patio del Palacio Blanco, a las puertas del principal complejo palaciego. Una vez dentro del complejo comienzas una sucesión de salas, dormitorios, dependencias, tumbas de lamas, estatuas de budas en infinitas posiciones....te van contando la historia y llega un momento en que tienes tantos nombres diferentes en la cabeza que no sabes ya por donde te viene el cuento.

   En el interior del palacio están prohibidas las fotografías por lo que si hay alguna que acompaña este texto es sacada a través de internet. La verdad es que es un lugar increible al que ninguna fotografía puede hacer justicia, que es mejor verlo con tus propios ojos, escuchar las explicaciones que te brinde el guía, disfrutar de lo que tus sentidos te brindan en ese momento.

Potala al fondo
   Lo que también me gustaría expresar, y es una apreciación que se ha repetido en todos los lugares sagrados que hemos visitado, es la sensación de negocio que envuelve el mundo de la religión (sea la religión que sea, no hago diferencias, pues ya he tenido contacto con varios y todas me parecen lo mismo) Cada estatua, cada esquina, cada tumba, cada fotografía, cada pared aparece recubierta de billetes que van dejando los turistas, fieles y peregrinos...los montones son alucinantes, hay veces que los billetes aparecen destrozados, humedecidos, echados a perder...en otras ocasiones entras en una habitación en la que varios monjes susurrando oraciones, no tienen más ocupación que amontonar y contar fajos de billetes, la imagen pierde todo el romanticismo, de verdad. Incluso se perciben gestos de picardía, monjes encargados de colocar lo más visible posible aquellos billetes de mayor valor, supongo que con la creencia de que dinero llama a dinero y a ese billete le acompañarán otros nuevos del mismo o mayor cuantía. Me parece un circo innecesario, hablamos de un país que se apoya en la agricultura como método de subsistencia, que gran parte de su población subsiste con lo mínimo, y observas como gente que seguramente las esté pasando putas, camina por estos lugares dejando billetes a cada monje, sobre cada ídolo que ven, de forma ilógicamente mecánica y repetitiva.

   Obviando esto, Potala es un lugar inmenso donde te vs a cansar de ver budas en todas sus posiciones y variantes posibles, mandalas y símbolos, capillas y tumbas...y todo lo tienes que visitar en un plazo máximo de 1 hora, que es el tiempo del que dispones para recorrer todo el complejo desde la puerta de entrada superior. ¿Recomendable?  la palabra adecuada es indispensable. Visitar Lhassa y no recorrer Potala es como viajar a la India y dejarte el Taj Mahal en el tintero.

PALACIO DE NORBULINGKA

   Fue el palacio de verano del Dalai Lama durante mucho tiempo, desde 1780 hasta la ocupación por el Gobierno Chino.  Forma junto con el palacio de Potala un conjunto Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En sus 360.000 kms cuadrados encierra varios complejos palaciegos, numerosas fuentes y estatuas y hasta un pequeño zoológico, el único zoológico del Tibet.

Palacio de Norbulingka
MONASTERIO DE DREPUNG

   El Monasterio Drepung fue la residencia de los Lideres Espirituales antes de la construcción del Palacio Potala y está ubicado en el monte Gambo Utse, cinco kilómetros al oeste de la ciudad. Al encontrarse en este lugar privilegiado, las vistas de la ciudad desde sus diferentes miradores son privilegiadas.

Vistas de Lhassa desde Deprung
   Drepung fue fundado por uno de los discípulos más importantes de Tsongkhapa, el fundador del budismo gelukpa (la secta de los gorritos amarillos) y fue un importante centro de formación budista que llegó a tener siete colegios y llegó a alojar a más de 10.000 monjes. Actualmente el número es mucho menor, aunque siguen llevando el mismo estilo de vida y cumpliendo con los mismos quehaceres, el recinto conserva esplendidos murales, magníficas estatuas y otros fabulosos tesoros, uno de los más importantes es el enorma tapiz o Tanka que se exhibe en la montaña cada año a principios de agosto.

Monasterio de Drepung y la Tanka al fondo
TEMPLO DE JONKHANG

   Localizado en el centro de la ciudad, este templo tiene más de 1350 años de historia y es uno de los centros religiosos más importantes de la ciudad, es el centro espiritual del Tíbet y el lugar más sagrado de destino para los peregrinos budistas tibetanos.  En este templo se encuentra una estatua de Buda que fue traída por una princesa china desde sus tierras.

Templo de Jonkhang
   Songtsan Gampo fue el primer emperador y fundador del imperio tibetano. Se casó con la princesa nepalesa, Bhrikuti Devi, en 630. Un año después, contrajo nupcias con la princesa china Wencheng, hija del emperador chino. Ambas mujeres eran budistas y se asume que ellas introujeron el budismo en el Tibet. Cada una de ellas regaló una estatua de Buda al emperador. En este lugar se encuentra la que trajó la querida princesa china.

La estatua sagrada del Buda de Jonkhang
    Recientemente este templo ha sufrido un pequeño incendio debido a una fallo en los sistemas de ventilación y que pudo habr tenido consecuencias desastrosas al quedar dañada parte de la cubierta superior.

Vistas interiores del Templo de Jonkhang
   La calle que rodea el Templo Jokhang es nombrado como mercado de Barkhor. Es un animado centro comercial donde se venden muchos objetos típicos de Tíbet: souvenirs, textiles, joyería etc. Es un lugar donde merece la pena perderse durante unas horas y regatear hasta la extenuación con los comerciantes. 

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