viernes, 28 de diciembre de 2018

LAGAÑOSOS VIAJEROS. UN PUENTE POR TOULOUSE

   Como cada año hemos acudido fieles a la cita de viajar el grupo de lagañosos durante el puente de diciembre. Ya es el tercer año que conseguimos cuadrar agendas, escoger un destino (cada vez está más complicado alcanzar un acuerdo que nos deje a todos satisfechos y no sea demasiado costoso) y liarnos la  manta a la cabeza. Tras Granada 2016 y Frankfurt 2017 este año hemos estrenado la nueva y caótica política de equipajes de Ryanair en el viaje de vuelta de Toulouse.


   Toulouse es la cuarta ciudad más grande de Francia, se sitúa al sur del país, concretamente en la región de occitania. Es conocida como la ciudad rosa por el color característico de sus edificios y principalmente se distingue por ser uno de los destinos más populares entre los estudiantes erasmus (Su universidad, fundada en 1229, es la segunda más importante del país) y por su potente industria aeronáutica y aeroespacial.  En Toulouse se encuentra la ciudad del espacio y  la fábrica de Airbus más grande del mundo y donde se ensambla el Airbus A380.

  La llegada a Toulouse.

   El viaje de ida lo realizamos con Iberia desde el aeropuerto Internacional Adolfo Suarez Madrid Barajas. El vuelo dura apenas una hora y el precio del billete nos sale esta vez por 115 euros (i/v) siendo la vuelta con la archiconocida y archidesesperante Ryanair.

Vista aérea de la ciudad
   El Aeropuerto Internacional de Toulouse Blagnac se localiza a 6.7 kms del centro de la ciudad. Está muy bien conectada con el centro a través de bus y de tranvía. Nosotros escogemos el tranvía, básicamente porque su precio es bastante más barato a pesar de que es más lento (1.60 euros el trayecto de 35 minutos, por los 8 euros que vale el autobús) Con una breve conexión en la estación de Arenes en la que cambiamos tranvía por metro, llegamos sin problemas a la estación de Saint Michel Marcel Langer, cercana a la cual está nuestro alojamiento.

   Alojarse en Toulouse.

   Un poquito a ciegas, pero no nos salió del todo mal la jugada. A través de Booking escogimos el
Lagrange Appart Hotel Saint Michel (36 Grande rue Saint Michel) un pequeño apartamento con una habitación y un sofá cama, cocina y baño en el que nos metimos los cinco cómodamente. Bien localizado pues el barrio ofrece comodidades básicas como supermercados, restaurantes, cervecerias con música en directo y hasta un pequeño mercadillo de productos tradicionales el sábado por la mañana. El precio fue de 220 euros los cinco durante tres noches, sin incluir las tasas turísticas por día y por persona y que aparecieron a posteriori una vez en casa ya. (otros 15 euros en total)

   De turismo por Toulouse

   Entre pitos y flautas, la tranquilidad para levantarnos y desayunar con calma y a capricho antes de salir a patear (justo enfrente teníamos una panadería donde pudimos abastecernos de croissants y algo de pastelería típica) nos quedaron dos días para ver la ciudad (tampoco es que se necesite mucho más) Toulouse es una ciudad muy coqueta, muy fácil de conocer pero que no ofrece tampoco más de dos días a tope (tres si se considera una visita en profundidad a la ciudad del espacio y cuatro si se meten los museos de por medio)

Mapa del caso turístico de Toulouse
   Clasificada por el gobierno francés como Ciudad del Arte y la Historia, Toulouse cuenta con un abundante patrimonio arquitectónico, rincones curiosos y ahora en Navidad, un mercadillo navideño en la plaza del capitolio. Por un lado, esta instalación te impide admirar la grandiosidad de esta plaza, pero es que los mercadillos navideños dan un ambiente brutal a las ciudades en esta época del año.

   La Plaza del Capitolio es el centro neurálgico de la ciudad. En ella se encuentra la sede del ayuntamiento de la ciudad. No pudimos disfrutarla por completo por la localización del mercadillo navideño, pero esta plaza aparte de grande tiene cosillas curiosas. En el suelo grabada presenta una gran cruz de 12 puntas, en cada punta un símbolo zodiacal.

Plaza del Capitolio
   Callejeando un poquito por su casco histórico podemos encontrar cositas e historias curiosas. Bajando por la calle del Taur (calle del toro) llegaremos a la Basílica de San Sernín, la iglesia románica más grande de Europa. Cuenta la historia que a lo largo de esa calle fue arrastrado atado al cuello de un toro que no quiso sacrificar en una ceremonia pagana el obispo de Tolouse, hacia el año 250. A mitad de la calle, donde cayó el cuerpo sin vida se alza la iglesia del Taur y en la Basílica reposan los restos del santo y de otros mártires como Santo Tomás de Aquino.

Basílica de San Sernín
Escena del martirio de San Saturnino
   Tomando como referencia el río Garona y la cúpula del Hospital de La Grave, llegaremos hasta Saint Pierre, desde cuya escalinata tendremos una de las mejores vistas del atardecer. Por el camino hemos pasado del edificio de ladrillo rojo del Convento de los Jacobinos en el que podemos ver una impresionante bóveda de once brazos.

Convento de los Jacobinos
   El Hospital de La Grave fue construido en el siglo XII para acoger los enfermos de la epidemia de peste que asolaba Europa esos siglos. Su cúpula de 67 metros es una de las atracciones más buscadas en las fotografías de la ciudad. El río Garona que discurre a su lado ha sido el causante de distintas inundaciones que han provocado grandes daños en la ciudad. La última de ellas la de 1875  destruyendo más de 1.000 casas y matando a 200 personas y destruyendo el puente suspendido de Saint Pierre.

El río Garona y el hospital de La Grave al fondo
   Avanzando hacia el puente Nuevo, pasaremos al lado de la Basílica Notre Dame de La Daurade, que alberga una curiosa imagen de una virgen negra que es protectora de la ciudad. En la Plaza de la Daurade hay un lugar curioso, una pequeña cafetería llamada “Pecheurs de Sable" Es como un pequeño kiosco donde pedir una cerveza y algo rápido de come, bastante barato pero tan escondido que puede pasar desapercibido. Realmente el interés de este local, aparte de lo pintoresco de pedir la comida y la bebida para ir a sentarte a tomarla a las mesas del parquecillo es su historia. Su nombre se traduce como  “Pescadores de arena”,  y alude a que en su día fue un lugar donde se recogían los cadáveres que flotaban en el río Garona y se exponían para que los familiares los reconociesen...curioso a la vez que tétrico.

Basílica Notre Dame de La Daurade
    Caminando a la orilla del Garona, ya vacío de cadáveres nos dirigimos a la Catedral de St Étienne, y dejaremos atrás los edificios de la Fundación Bemberg, una colección de arte con con obras de Canaletto, Gauguin, Monet, Gauguin y Picasso entre otros y el Museo de los Agustinos, principal museo de la ciudad.

Museo de los Agustinos
    La catedral de St Étienne, puede resultar decepcionante si se espera un edificio a la altura arquitectónica de la de Chartres o la de Bourges. Su construcción se retrasó más de 5 siglos, vamos que se tomaban las cosas con calma y se les cruzó un cambio de tendencias (del románico al gótico) por lo que podemos observar en ella una mezcla de estilos que la convierten en algo extraño de clasificar pero digno de conocer, además la entrada es gratuita.

Catedral de St Étienne
   No debemos perdernos tampoco lugares peculiares como el mercado de Victor Hugo (cuidado porque cierra a mediodía) donde podemos encontrar muchísimos puestos de comida y productos alimenticios: verduras, frutas, quesos, salchichas típicas, carnes y pescados, este tipo de mercados tiene un encanto increíble. Quizá menos conocido y anecdótico es que el famoso cantante de tangos Carlos Gardel nació en Toulouse, concretamente podemos encontrar su casa en la calle Du Canon d’Arcole 4. Existe una placa conmemorativa a la izquierda de la puerta que recuerda que en esa casa vivió un tal Charles Romuald Gardes..a posteriori carlos Gardel.

Mercado de Victor Hugo
Puesto  de quesos tradicionales
Las famosas salchichas en ensaimada de Toulouse
    Otros lugares para no perderse son el jardín japonés, la plaza Wilson y su bonito tiovivo del siglo XVIII, los jardínes reales, el Jardín de las plantas y el Museo de Historia Natural, visitar el canal artificial del Midi, construido en el siglo XVII para unir el Mediterráneo y el Atlántico y que es patrimonio de la UNESCO o simplemente perderse callejeando por la ciudad hasta el atardecer.

Jardín Japonés
Canal du Midi
 Tomar algo en Toulouse

   Tuvimos la suerte de alojarnos muy bien en Toulouse. A 20 metros de nuestro apartahotel teníamos una cervecería irlandesa, el Mulligans, con música en directo y buen ambiente. tampoco buscamos mucho más, pero dicen de Toulouse que al ser ciudad universitaria tiene fiesta.

   Para tomar una cerveza las redes recomiendan la terraza del Café de los artistas, con vistas al Río Garona. Nosotros optamos por una recomendación previa más asequible, el "Café Populaire" muy típico entre estudiantes universitarios. Optamos por una pinta de cerveza navideña, aunque si por algo es conocido este local es por sus ofertas de los lunes por la noche entre las que destaca la de 13 cañas 13 euros ... por algo este local es de los más frecuentados por los universitarios.

Cerveza escogida en el Populaire
   Para tomar un vino, la opción más popular es el N5 Wine Bar, el mejor bar de vinos de Europa en 2016 según The World of Fine Wine donde puedes probar vinos de miles de euros.

   Para comer, nosotros nos metemos en cualquier sitio, aprovechamos mucho el mercadillo lavideño y sus puestos de comida... pero las recomendaciones en Toulouse es probar sus famosas salchichas, el tradicional Cassoulet (un estofado de carne de ganso o de pato acompañado de la salchicha de Toulouse y judías blancas) el magret de pato y estando en Francia qué menos que probar los creppes, el foie, algo de queso o el helado y los famosísimos caramelos de violeta.

   Españoles en Toulouse.

    Si ya es complicado salir de España y encontrarte una ciudad europea en la que no veas españoles por todas partes (a veces más que chinos, que esos si que están en todas partes) no esperes aislarte en Toulouse porque es prácticamente imposible, el 10% de su población tiene raíces en nuestro país.

   Esto se debe a que esta ciudad fue el principal foco de acogida del exilio republicano que tuvo lugar sobre todo desde 1944, aquí llegaron cerca de 100.000 españoles civiles, políticos y militares, que se asentaron aquí para mantener su resistencia antifranquista desde el exilio. Callejeando un poco podemos encontrar numerosos lugares que recuerdan este pasado: En la Rue du Taur nº 69 encontramos la que fue la sede del PSOE en el exilio, en el número 71 de la misma calle la sede de UGT. En el número 4 de la Rue Belfort se instaló la sede de la CNT. En la Place Wilson los republicanos solían reunirse para mantener largas discusiones y debatir sobre la situación en España.

Tiovivo de la Plaza Wilson
Detalle del fresco " Muerte de un miliciano"
   No debemos irnos de Toulouse sin buscar los frescos bajo los arcos de la plaza del Capitolio, en ellos aparecen detalles que recuerdan el conflicto bélico como la imágen de la famosa foto de Robert Capa "muerte de un miliciano" o detalles del Guernika de Picasso. 

   En conclusión, un buen destino para un fin de semana. Quizá le ha faltado, para sentir que le habíamos sacado todo el jugo a la ciudad, incluir la visita al museo de Historia Natural y un día más para la ciudad del espacio, que tiene muy buena pinta... queda apuntado por si me vuelvo a dejar caer por allí en algún otro momento. Los tres días que hemos echado allí, nos han acompañado de un tiempo aceptable, buenos desayunos, mucha cerveza y calidad de vida....básicamente, lo que tiene que ser en estas escapadas.