viernes, 1 de septiembre de 2023

VIETNAM: EL PAÍS DE LAS SONRISAS CAPÍTULO 2.

 CAPÍTULO 2: CRUCERO POR LA BAHÍA DE HALONG.

 
   La Bahía de Halong, o Halong Bay, es una extensión de 1500 km2 de agua, situada al norte del país, en la provincia de Quang Ninh, en el golfo de Tonkín, cerca de la frontera China. En ella se encuentran diseminados cerca de 2000 islotes de piedra cárstica y un montón de pequeñas cuevas a las que solamente se puede acceder por agua. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994 y desde 2011 es considerada como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo.
 
 
   Hay muchas leyendas sobre su formación, algunas hacen referencia a que las islas surgieron a partir de las joyas escupidas por la boca de los dragones que lucharon para defender esta tierra de la invasión china; otras, en cambio, narran que los islotes aparecieron al sumergirse un dragón de forma violenta en estas aguas. De una forma u otra, unas y otras responsabilizan a este animal fantástico de la aparición de este increíble lugar. 
 
Bahía de Ha Long
    
   La realidad nuevamente vuelve a alejarse de leyendas, mitos y seres fantásticos y encuentra una explicación científica, en este caso geológica, más racional. A lo largo de millones de años, las distintas fuerzas tectónicas y erosivas que condicionan nuestro planeta y su superficie han ido perfilando un caprichoso relieve kárstico, lleno de grietas y afilados picachos verticales (fenglin) separados entre sí. Hace 8000 años, el final de la Edad de Hielo provocó el aumento en el nivel del mar y la inundación de esta llanura y con ello su peculiar aspecto actual. 

Formaciones kársticas en Halong Bay

   Debido a la fama turística de este emplazamiento nosotros decidimos asegurarnos y llevar reservado previamente un crucero de una noche (los hay de más duración) que nos incluyese alguna actividad y los traslados desde Hanoi y posteriormente hasta Tam Coc, por donde proseguía nuestra aventura. Se puede hacer todo por tu cuenta perfectamente, es más lioso pero más auténtico, y sobre todo mucho más barato. En el siguiente enlace se explica muy bien cómo montártelo por tu cuenta: https://mochilerosrastreros.com/la-isla-de-cat-ba-tour-halong-bay/ 

   Por nuestra parte, por las razones que fuera, acordamos guiarnos por estos criterios:

  1. Reservar un crucero de una noche (no quiero poner dos días porque puede resultar engañoso. Te recogen por la mañana temprano en tu hostal, te desplazan hasta el crucero, que ya se te van tres horas desde Hanoi, y al día siguiente después del almuerzo desembarcas y te llevan de regreso a tu hotel o donde negocies) 
  2. No dejar la visita para el fin de semana, por la afluencia turística que podía suponer
  3. ¡Ojo, sorpresa! Después de darle muchas vueltas acordamos dejar Halong Bay en un segundo plano y poner el foco en la isla de Cat Ba, que está justo al lado, exactamente por lo mismo, buscando siempre menos masificación turística.  
  4. No volver a Hanoi, negociar con la empresa el transporte al día siguiente para Tam Coc
  5. Escoger para ello la oferta de Venezia Cruises. Creo que el precio final del crucero (bebidas no incluidas aunque sí que nos surtieron bien de agua esos días) fue de unos 100-110 euros. 
Bahías de Cát Bà, Halong y Lan Ha

      La isla de Cát Bà

   La isla Cát Bà es la más grande de las 367 islas que forman el archipiélago Cát Bà. Parte de la isla, junto con el resto del archipiélago, es un Parque Nacional designado y el gobierno local tiene como objetivo proteger la gran biodiversidad de Cát Bà, por ejemplo, la pequeña población de langur de cabeza dorada o langur de Cat Ba (Trachypithecus poliocephalus) que parece ser la joya de este lugar.

   Al lado de la famosísima Halong Bay, es una opción más barata y menos masificada y que te ofrece, curva arriba, cueva abajo, las mismas sensaciones que ésta.  

Bahía de Cát Bà

    Venezia cruises: Resumen de la actividad.

   Nos recogen puntualmente en nuestro hostal en Hanoi sobre las 8:00 de la mañana. Nos trasladan, primero en bus hasta el puerto de Hai Phong para coger una lancha rápida y nuevamente bus hasta el embarcadero de Cát Bà (unas 3 horas más o menos) El barco tiene una pinta estupenda: habitaciones amplias y confortables con grandes ventanales a la bahía, cubierta superior llena de tumbonas, una tripulación amable y atenta...

   A lo largo del crucero llegamos a sentir la sensación de que nos hinchaban a comer. Te cuidan mucho y la experiencia gastronómica resulta increíble. El primer día nos recibieron con una especie de lunch, luego el almuerzo, una clase de cocina donde elaboramos los tradicionales rollitos vietnamitas y la cena. Al día siguiente un nuevo desayuno y un almuerzo antes de desembarcar. La verdad que muy, muy bien. A mi personalmente me pareció muy adecuada. 

Algunos barcos con los que compartimos crucero

   El barco entra en la bahía unos kilómetros para quedar encallado en un punto estratégico durante la noche. Después del necesario ratito de siesta tenemos la actividad de kayak (suficiente tiempo, no como en Perú), y ya con los kayak nos llevan a un par de zonas de baño, unas calitas apartadas con un agua de un bonito color turquesa. Muy agradable.

   Por la tarde la mencionada clase de cocina, unas cervezas en cubierta y tras la cena, la "prescindible" pesca de calamar (otro año más "no pescando nada" con un palito desde la cubierta del barco) el atardecer y el ratito final y agradable en cubierta (prescindimos completamente de la sesión de karaoke que tanto parece gustar en estas latitudes)

Atardecer en Cát Bà

   Te animan a levantarte a las 5 am a ver la salida del sol. Aunque lo hicimos, la experiencia no resultó del todo impresionante, acabamos por volvernos a la cama inmediatamente. Después del desayuno, desembarcamos para recorrer la isla en bicicleta. Unos pocos kilómetros (quizá 8-10 ida y vuelta) muy llevaderos y agradables para disfrutar de sus paisajes y aprender algo sobre este lugar y su biodiversidad.

Mañana agradable de pedaleo por la isla

   ¿y de comer?

   Como lo prometido es deuda, esta segunda jornada viene acompañada de un nuevo menú para disfrutar en cubierta. El plato de hoy es el que aprendimos a elaborar en cubierta durante la "cooking class": rollitos vietnamitas fríos. Están compuestos por diferentes ingredientes colocados cuidadosamente y enrrollados en papel de arroz. Pueden llevar carne de cerdo, gambas, hierbas, fideos vermicelli de arroz, piña, pepino, zanahoria y otras verduras rayadas etc... Son una de las opciones más típicas, baratas y saludables en la carta de los restaurantes. Por unos dos euros pueden servirte una bandeja con varios o incluso los ingredientes para que te los compongas tú mismo. Se suelen servir con una salsa de soja y cacahuete.

Rollitos vietnamitas

 Para acompañar este plato, una nueva opción de cerveza, en este caso la Halong Beer, una opción algo más cara que la anterior, entre 15.000 y 20.000 dong, pero quizá algo más segura, al contar al menos con un proceso industrial controlado. No es que sean cervezas espectaculares, pero a miles de kilómetros de casa y sentado en la cubierta de un barco en mitad del golfo de Tomkin, siempre saben espectaculares... ¡salud!

Próxima parada ... 

(cuando se pueda que retomamos el inicio del curso): Ninh Binh

No hay comentarios:

Publicar un comentario