domingo, 19 de mayo de 2019

UN FIN DE SEMANA EN MARRUECOS. PISAMOS EL CUARTO CONTINENTE¡¡¡¡



  ¿Te imaginas salir de trabajar y en cuestión de unas horas encontrarte culturalmente tan lejos que te parezca haber cruzado medio mundo? Desde Cádiz es relativamente sencillo plantarte en el continente africano y sentir esto mismo. Aunque existe la posibilidad de viajar desde varios puntos, voy a tomar como punto de referencia el puerto de Tarifa que es el más cercano a Conil, donde ahora mismo resido.

   El Ferry desde Tarifa te deja en el puerto de Tánger en cuestión de un par de horas y, a pesar de que únicamente nos separan escasos 20 kilómetros, la distancia cultural y social es abismal, es como haber recorrido miles y encontrarte de repente en otro momento de la historia. El norte de Marruecos es como retroceder cincuenta años en nuestra vida, es otro rollo, otra cultura, otras sensaciones totalmente opuestas a las que día a día nos rodean y está tan cerca, que merece la pena plantear una escapada como esta un fin de semana cualquiera.

   En principio, por comodidad, nosotros hemos escogido una escapada ofrecida por una agencia de viajes de aquñí de Conil y que ofrece posibilidades desde un par de días a una excursión de un día de duración (La idea es muy interesante, por unos 60 euros ofrece la ida y vuelta en Ferry, visitas a las Cuevas de Hercules, el cabo Espartel, Tánger, almuerzo y un par de horas libres por el zoco)

   El paquete que escogemos nosotros (120 euros) incluye: Viaje en Ferry Tarifa-Tanger- Tarifa y dos noches de hotel con desayuno buffet incluido (La oferta era más barata, creo que de unos 90 euros pero el hotel que nos ofrecían era un tres estrellas. ¿Un tres estrellas? ¿bien no? pues parece ser que las categorías en Marruecos no se corresponden a las nuestras por lo que un 3 estrellas allí a lo mejor nos deja una mala sensación. Desde la misma agencia no ofrecieron pagar un poquito más por albergarnos en el Hotel Kenzi Solazur (4 estrellas) y la verdad que merece la pena. Es un hotel bien situado (La avenida Mohammed VI está a 20 minutos caminando del puertoy muy cerca de la medina)

Grata compañía de viaje
   Ellos se encargan de tramitar todo, lo único que necesitas en tener el pasaporte en regla (debe acompañarte en tu viaje por supuesto) meter cuatro cosas en la maleta y vamonos...

PASO 1. COGER EL FERRY

   La ruta de ferry de Tarifa Tánger conecta España con Marruecos, de momento es operada por 2 compañías de ferry. La FRS tiene servicios hasta 6 veces al día con una duración de 1 hora mientras Inter Shipping propone el servicio 6 veces al día con una duración de 2 h. Los precios si coges los billetes por libre varían entre los 35 y 39 euros por trayecto. El puerto de llegada es el de Tanger Ville.

Uno de los Ferrys de FRS que conecta Tarifa y Tánger
   Lo aconsejable es llegar una hora antes de partir para tramitar los billetes, hacer el control de equipajes etc... El viaje en ferry es agradable, aunque tiene una pega muy grande. Observaras que al entrar al ferry se comienza a crear una cola enorme sin una explicación clara. Bien, no es la del baño. Durante el trayecto de ida debes hacer esa cola para que te pongan el sello del pasaporte. La historia es que no hay más que un hombre controlando los pasaportes y esto (que haciéndolo en Tarifa sería un trámire rápido y sencillo) se convierte en todo un ejercicio de paciencia. El resto del viaje puedes disfrutar fuera de la cabina o tomarte un café o perder la mirada en el brillo y magia que tiene el estrecho.

PASO 2. LLEGANDO A TÁNGER 

   Las chilabas y la torre de la gran mezquita nos reciben. Estamos en Marruecos, hemos cruzado el estrecho (y un agujero en el tiempo de paso) WELCOME TO MOROCCO¡¡¡ Chilabas, babuchas y chocolate del bueno, mucho chocolate bueno amigo, barato nos reciben¡¡¡

!!!Wellcome to Morocco¡¡¡
   Lo primero que debemos tener en cuenta para empezar a funcionar de forma ordenada es agenciarnos algo de dinero. La moneda de curso legal en Marruecos es el Dírham marroquí. Aproximadamente 11 Dirhams equivalen a 1 euro y no hay mucho problema a la hora de encontrar casas de cambio. Otra cosa a tener en cuenta es que los relojes se han atrasado una hora (incluso dos si coincide el inicio del Ramadán) esto hay que controlarlo mucho para no llevarnos sustos a la hora de buses, ferrys de vuelta etc...

    La misma agencia pone un autobús que nos traslada al hotel e incluso, sin haber llegado a bajar del bus, nos ofrece una excursión guiada a Chefchaouen al día siguiente. Seguramente, buscándola por nuestra cuenta nos ahorrásemos unos euros, pero nos soluciona el problema de forma rápida y nos permite no calentarnos mucho la cabeza. (Las opciones de ir en bus desde la estación de autobuses de tanger creo que ronda los 4 euros por trayecto y la opción Grand Taxi, negociándola previamente puede rondar los 60 euros entre todos los ocupantes del taxi. La nuestra era 25 euros, más cara pero asumible en ese momento)

PASO 3. PRIMEROS PASOS EN TÁNGER


   Tánger es una ciudad muy occidentalizada, muy hecha al turismo y a la cercanía con nuestro país. Es una ciudad que a lo largo de su historia ha sido de todos y de nadie y que ha recogido un poquito de cada una de las culturas que la han dominado. La estratégica localización que presenta ha hecho de Tánger una pieza codiciada por las naciones más poderosas por lo que ha pasado a estar controlada: Francia, España, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Portugal, Bélgica y Holanda han dejado su huella y han hecho de esta ciudad un lugar cosmopolita y sin una identidad clara.

   En mi opinión no es que sea una ciudad especialmente bonita. Sin embargo sí he encontrado rincones agradables y que merecen dedicar un día de la escapada: La medina, la gran mezquita y el Museo Dar El Mandoub, la plaza 9 de Abril, la Kasbah o ciudad vieja y el Gran Zoco. Quizá lo más agradable de la visita es perderse por las callejuelas de la medina, ir descubriendo rinconcitos y disfrutar de que el tiempo se ha parado, de las llamadas a la oración que arrastra el aire cada ciertas horas..tiene su gracia por lo distinto que es a lo que estamos acostumbrados diariamente.

Paseando por el gran Zoco
   Uno de los rincones para mí más agradables fue una terracilla que encontramos en plena avenida Mohammed VI, cerca del hotel. Subiendo unas escaleras llegabas a una terraza que sin dar a ningun lado espectacular (las vistas eran a la bahía y a la zona en obras) sí era un sitio para estar tranquilo, tomar un te de hierbabuena y una especie de triángulos rellenos creo que llamados "briwats" que vendía una niña pequeña en el garaje de una casa y eran tan ricos como baratos.

   Lo curioso de este lugar, y en general de la ciudad, es la poca presencia de la mujer en estos lugares de encuentro social. Las pocas mujeres que había en la terraza eran occidentales, ninguna mujer de aspecto musulman. Los hombres fumando hachis y bebiendo te. Sus miradas se desviaban, sin ser muy llamativo pero sí apreciable, cuando Ana o las otras extranjeras osaban invadir sus espacios.

Te verde con menta, bebida típica marroquí
   No es que tuviésemos ningún problema, pero sí que he leído que es conveniente recogerse al anochecer y que la ciudad tiene cierta familla de insegura. Parece ser que el país ha mejorado muchísimo en los últimos años respecto a seguridad para el turista, y que aplicando coherencia y sensatez no debiera existir mayor problema. Creo que evitando los lugares más apartados y conflictivos, las horas nocturnas y aplicando siempre muchisimo respeto y cabeza se pueden evitar las situaciones embarazosas y peligrosas en cualquier lugar del planeta.Tánger no tiene por qué ser una excepción.

PASO 4. CHEFCHAOUEN

   Una de las visitas más esperadas por lo bien que había oído hablar de ella. Esta ciudad de color azul (me recordó mucho por ello a la ciudad azul de la India, Jodhpur) Esta ciudad fue fundada en
1471 por musulmanes y judíos expulsados de al Andalus, por ello su fisonomía recuerda mucho a la de muchos pueblos andaluces. Al ser considerada una ciudad sagrada se mantuvo cerrada para los extranjeros muchos siglos y esto ayudó a conservar su apariencia medieval. 

Chauen, la ciudad azul en plena coordillera del Rift
   Chauen se encuentra a unos 80 kms de Tánger pero el camino es para tener paciencia. Aunque nos dijeron que en una hora y poquito estábamos allí, la verdad es que el poquillo se acercaba más a las 3 horas, con parada incluida a mitad de camino. Aunque la carretera era autovía, al igual que las categorías de los hoteles, aquí los adjetivos ganan su propio significado.

   La sensación que me transmitió Chauen es la de una Pedraza (Segovia), una Alberca (Salamanca) o una Santillana del Mar (Cantabria) una ciudad de escaparate hecha por y para el turismo. Las calles de un precioso azul intenso están atestadas de turistas cámara en mano, tiendas de recuerdos y souvenirs y gente deseosa por sacar unos dirhams por cualquier cosa (que si te ayudo, te llevo, dónde vas, mira entra en mi tienda...) ni mucho menos llegaba al acoso y derribo de Delhi pero vamos, que se deja algo de encanto por el camino.

Uno de los rincones más fotografiados de la ciudad
    Las callejuelas estrechas te van llevando a la plaza Uta al Hammam, una plaza preciosa y con mucho encanto llena de terrazas de bares y restaurantes y presidida por la Gran Mezquita y la Kasbah. La verdad es que es el lugar que más me conquistó, un sitio con una actividad frenética que invita a sentarte en una terracilla a observar como discurre todo a tu alrededor sin la presión del reloj, el trabajo, los exámenes, los trabajos y las decisiones tomadas a lo largo de la semana.

Plaza Uta al Hammam
   PASO 5. COMER EN MARRUECOS

   Por no extenderme más y acabar con una de las cosas más agradables en todo viaje. Comer es una delicia (empiezo a preocuparme, todo me parece una delicia cuando estoy fuera de casa) y la gastronomía marroquí no desmerece para nada. Iba con la idea en la cabeza de la pastela marroquí pero hay varias opciones interesantes y deliciosas.

Sopa Harira, es una sopa marroquí espesa y nutritiva, que aunque se puede tomar a lo largo de todo el invierno, es un plato habitual en las mesas musulmanas para romper el ayuno en el Ramadán.

Sopa Harira
- Cuscús, uno de los platos nacionales de Marruecos hecho con sémola y guarnición

Cuscús
- Tajin, carne cocinada lentamente en una típica olla de barro y empapada en salsa repleta de especias como jengibre, cúrcuma, comino y pimentón.

Tajine
- Pastela moruna o pastilla, empanada típica de pollo y almendras dentro de pasta brick y cubierta de azucar glass, por lo que el contraste dulce- salado la hace una opcion irresistible.

Pastela moruna
- Pan marroquí Khubz, con una característica forma plana

Pan marroquí Khubz
- Dulces marroquies, baratos y de muchas formas y elaborados con frutos secos

Te de menta y pastelillos marroquies
- Kefta, es carne picada aderezada con piñones, cebolla, ajo, perejil, pimentón picante, cominos y aceite de oliva.

Kefta
- Briwat, son unos triángulos de masa brick rellenos de pollo o de noodles que probamos en la terracilla de Tánger y que fue de los descubrimientos más increibles del viaje

Briwat
   Alcohol va a ser muy complicado de encontrar por lo que se puede acabar esta parte con el famoso y omnipresente te de menta que viene a ser para ellos como el café para nosotros. La bebida es deliciosa pero tan dulce que me hace sospechar las toneladas de azúcar con la que la adornan. Llega un momento en que te acaba por empalagar, per para un par de días.... relájate y disfruta.

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