domingo, 16 de septiembre de 2018

CAPÍTULO 5. TRES DÍAS POR EL TIBET, CRUZANDO LA CORDILLERA DEL HIMALAYA

   Los días en Lhassa han sido agradables y cómodos, demasiado cómodos. El hotel escogido por la agencia tenía todas las estrellas del firmamento por lo que hemos descansado de escándalo, sobrellevado el mal de altura, que apenas hemos notado y hecho el cuerpo para la maratoniana experiencia de cruzar el Tibet por carretera hasta la frontera de Kerong.

No iba a ser una jornada de paseo agradable....
   La entrada en el Tibet en avión ya fue accidentada, con el desvió de nuestro avión sin una justificación razonable a Chendung (China) pero la salida iba a ser todo un ejercicio de paciencia, metidos en una furgoneta con un conductor kamikaze y más de 1000 kms por delante recorriendo la carretera de la amistad o Friendship Highway, que presumo que le pondrían este nombre porque tantas horas metido en la misma furgoneta con la misma gente dan para conocerse bien y entabalar una bonita y sufrida amistad.



PRIMERA ETAPA: LHASSA - SHIGATSE

   Esta carretera, con un asfalto sospechosamente complicado, serpentea implacable hasta alcanzar el puerto de Kamba-la, a 4700 metros de altura ya, donde podemos obtener unas vistas increibles del lago sagrado Yamdrok-tso, con sus preciosas aguas turquesas. En esta primera parte del camino, en cada mirador y curva del camino surgen puestos de artesanía y paisanos que ofrecen a los turistas posar con sus yaks o sus increibles perros decorados para sacar una foto por unos pocos yuanes. El parar a sacar unas fotos del paisaje se vuelve un suplicio de ofertas y regateos.

¿Foto con yak? 10 yuanes
Las banderas de oración marcan los principales lugares de parada
    En uno de los pasos más espectaculares, a 5560 metros de altura aparece ante nuestra vista el espectacular glaciar del paso de Kharo-la. Es un lugar realmente mágico, la lengua del glaciar alcanza casi la carretera, las cimas nevadas se alzan hasta los 7200 metros de altura, las banderas de oración se reparten por todos los rincones a los que alcanza tu vista y los tibetanos que saben que este lugar es un nido de turistas han sabido explotar la peculiaridad del lugar, tiendecillas, bailes, trajes tradicionales... la singularidad de este lugar es indescriptible. Es un punto del recorrido obligatorio para hacer una parada y tratar de ir a un "baño aromático" como los llamaba el cachondo de nuestro guía.


Paso a 5028 metros de altitud
 
Estamos cerca de la primera parada, Gyangze. La ciudad cuenta con unos 60.000 habitantes y se encuentra a 260 kms de Lhassa y unos 90 kms de Shigatse, el lugar donde tenemos programado quedarnos a dormir el primer día. Gyangze es una de las etapas obligatorias en nuestro périplo tibetano.

   La breve visita está enfocada en visitar el Monasterio Palcho (Pelkor Chöde) y su KumBum, la mayor y más importante estupa del Tíbet, con una altura de nueve pisos, 108 puertas, 10.000 pinturas murales y 76 capillas repletas de estatuas de Buda. Aunque el edificio es bonito, ya a estas alturas de viaje nos salen los budas por las orejas. Realizamos la visita bajo la amenaza de una ligera lluvia y aprovechamos para echar una cerveza y visitar un baño aromático.

KumBun del monasterio Palcho
   Con ánimos y fuerzas renovadas continuamos el viaje hasta Shigatse, con el sabor del queso seco de leche de yak en nuestra boca (este queso se denomina Chhurpi, es un queso ahumado seco que se come en el Himalaya oriental. Es muy duro de masticar, te metes el pequeño bloque de queso en la boca, comienzas a rechupetearlo, no sabe a nada especial, pero tampoco se deshace, es como chupar marmol durante horas...acabas aburrido y escupiéndolo porque no ves la luz al final del tunel, nunca se acaba) Este queso es masticado en los largos viajes trashumantes y permite a los pastores comer sin tener que cocinar ni parar.

Atasco de vacas en plena carretera
  Shigatse es la segunda ciudad más importante de Tíbet, es el hogar del Pachen Lama, la segunda figura religiosa después del Dalai Lama. Su mayor monumento es el monasterio de Tashilumpo, residencia oficial del Panchen Lama, Este monasterio en su momento de mayor actividad albergó a 4.700 monjes. Entre las joyas que encierra este monasterio se encuentra una estatua gigante del Buda de la bondad, de 26 metros de alta, bañada en 300 kilos de oro y piedras preciosas.


SEGUNDA ETAPA: SHIGATSE - KERONG

   El segundo día nos trae otras 12 horas de camino, más de 600 kms y una locura de carretera y furgoneta que vamos a tener que sobrellevar de la mejor manera posible. Sin embargo esta jornada nos va a traer uno de los momentos del viaje, de repente el día comienza a despejarse, las nubes se retiran parcialmente y ante nuestros ojos aparecen por fín los ochomiles ¡Por fín! se nos habían escondido en Nepal, la niebla cubría el amanecer en Nagarkot, no daba un resquicio a las vistas en Dhulikel, pero por fín, aparecían a lo lejos ante nuestros ojos las cumbres más elevadas del planeta.

El cielo no nos da un respiro
   Cruzamos los 5100 metros de altura del paso de Gyatso-la y entrabamos en el parque nacional de Qomolangma.(nombre que recibe el Everest en tibetano) estamos a unos escasos 100 kms del pico más elevado del planeta, Debería alzarse majestuoso en el horizonte pero hay muchas nubes, no se si de verdad o por no amargarnos el trayecto, el guía nos indica un pico que asoma entre las nubes, teóricamente es el Everest, pero no puedo estar seguro de ello. Seguimos con los ojos muy abiertos y pegados a las ventanillas pues todo lo que alcanza a ver nuestra vista es simplemente acojonante.



   Afrontamos la última parte del camino entre Tingri y la frontera en Kerong y aquí aparece la parte más espectacular del camino, las nubes se returan totalmente y surge un afilado y espectacular complejo montañoso, lleno de cumbres nevadas entre las que destacan los 7367 metros del Monte Labchi o los 8012 metros del Shishapangma.

Sector del Shishapangma
   Agotados por la dureza del camino pero satisfechos por haber podido contemplar uno de los parajes más escectaculares del planeta, llegamos a Kerong, tarde muy tarde, aunque la eficacia de nuestros guías y la amabilidad y predisposición de la gente que nos estamos encontrando hacen posible que podamos cenar antes de acostarnos. Mañana cruzaremos la frontera entre China y Nepal y vamos a tener que cargar bien las pilas pues la última etapa puede ser la más dura de las tres.

TERCERA ETAPA: KERONG - KATHAMNDÚ

   Lo primero de hoy es armarse de paciencia, salir de China y entrar en Nepal nos va a suponer muchíiiiiisimos controles de pasaporte y equipaje. La burocracia china es insoportable, lenta, pesada, aburrida, minuciosa...Te acaba por sacar de quício, hay que tener todo controlado porque cualqueir cosa les parece mal o inadecuada.

Vista de la frontera desde el lado nepalí
   Para salir de China vamos a cruzar un primer control de pasaporte en territorio chino, de primeras no nos hacen abrir el equipaje. Cruzamos un puente, que marca los límites entre las dos naciones y los militares nepalies nos reciben con ganas de revisar, abrir equipajes, sacar trastos, revolver ropa, oler comida... desesperantes¡¡¡

La frontera vista aérea
   Si pensábamos que sería sencillo, nada más lejos de la verdad. Los 100 kms que no separan de Kathamndú discurren por una carretera de montaña con tramos sin asfaltar y tramos asfaktados pero llenos de baches, con miles de curvas y pueblecillos. Para mas inri las lluvias torrenciales del monzón han provocado desprendimientos (literal, nos hemos cruzado un camión con un pedrusco enorme empotrado en la cabina)  y derrumbado dos puentes por lo que vamos a tener que hacer tres tramos en jeep 4x4. Para llegar a cada jeep vamos a tener que caminar con el equipaje a cuestas entre charcos y barro, una vez alcanzado los jeeps, en cada inicio de tramo, la parte más dura y espinosa es alcanzar un precio justo ya que los paisanos se están aprovechando de la situación y elevando los precios hasta 4 veces más altos que lo normal. La agencia se encarga de estos trámites pero las negociaciones son largas y tediosas, realmente se encarga Siri de todo, pero estar allí parados en el barro con las mochilas cargados es agotador.

Barro, barro y más barro
Carga y descarga maletas y equipaje
   Visitar realmente no visitamos nada esta jornada, todas las vistas son a través de la ventanilla del jeep, mucho paisaje verde en el valle, entramos en los parajes dentro del Parque Nacional del Valle de Langtam, los controles de equipaje y pasaporte son contínuos, lo mejor es relajarse y dejarse llevar. Las paradas son en pequeños núcleos de población con cuatro casas y cuatro tiendas, la gente es curiosa, auténtica, el turista llama mucho su atención. Tenemos la oportunidad de parar a probar las últimas marcas de cervezas nepalies que nos quedaban: Tuborg, Everest, Lhassa, Tiger, Gorkha, Nepal ice.... Me llevo la sensación de que la cerveza por aquí es un quiero y no puedo, botellas muy grandes pero sin fuerza ni cuerpo y demasiado caras. (cosa que ya sabía con anterioridad por otro lado)





Nos cruzamos muchos pueblecitos modestos y auténticos
   Tarde, tardísimo enfilamos el último tramo de carretera para entrar en Kathmandú. La ciudad es un hervidero de camiones y de tráfico, recorrer los pocos kilómetros que nos separan de Thamel se hace lento y pesado, avanzamos muy poco y cuando lo hacemos es jugándonos la vida en un adelantamiento en el que nos alineamos cuatro vehículos, dos de ellos fuera de la carretera. El jeep nos deja en nuestro barrio con tiempo suficiente para poder cenar algo con calma, darnos una buena ducha que el cuerpo está ya para pocas alegrías y ponernos al día con las redes sociales.

1000 kms de carretera imposible ...
Pasos a más de 5200 metros de altitud ...
Jornadas de más de 12 horas de jeep diarias ...
Baños aromáticos y vomitivos ...

Cruzar el Tibet y contemplar las cumbres más altas del planeta.... NO TIENE PRECIO

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