jueves, 16 de septiembre de 2010

HALLSTAT: UN PARAISO DESCONOCIDO

En esta segunda entrada, Hallstatt, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997 y para mí, uno de los lugares más bonitos que he visitado jamás.


El nombre de la ciudad medieval, que se menciona por primera vez en una escritura de 1305, deriva de hal (sal, en alemán occidental) y stat (pueblo, en alto alemán antiguo); y es que ahí también se encuentra una mina de sal que se puede visitar. Dicen que es la mina de sal más antigua del mundo, con 7000 años de explotación.

La época en la que nuestras botas nos llevaron a este pueblecito austriaco a orillas del lago Hallstättër See, ayudaba a aumentar lo increible de sus paisajes, todo cubierto de nieve y con la típica bruma característica del invierno. Sin embargo, si se ven fotos de la zona en primavera, el contraste es igualmente tremendo, es una zona muy verde en plena naturaleza.



Para llegar a Hallstatt aconsejo llegar a salzburgo, montar aquí el campo de operaciones y desplazarse a Hallstatt un día temprano y aprovechar el día entero. Hay opción de albergarse en el mismo pueblo pero supongo que es bastante más caro, aun siendo muy bello, sigue siendo un pueblo, asique no es muy amplia la lista de opciones de ocio y recreo, mientras que Salzburgo es una ciudad tremenda, repleta de cosas curiosas, gran riqueza cultural y una dedicación casi plena a la vida, obra y milagros del gran compositor Mozart.

Como albergue, sugiero el que nosotros usamos:Yoho YouthHostel, Simplemente perfecto, muy barato (18 euros con desayuno a 1 euro y a partir del tercer día a mitad de precio) y con ofertas de descuento a partir del tercer día, hora feliz de cerveza, (pintas a 2 euros) ambiente cuidado, amabilidad etc... Aquí dejo el enlace por si vuestras botas deciden llevaros a Salzburgo

http://www.yoho.at/

Volvamos a Hallstatt. Desde Salzburgo, en tren y durante unas doss horas a través de campos nevados, bosques de coníferas y lagos, llegas a una estación y anexa a ella un embarcadero. Cogiendo una barca, por poco menos de 2 euros, te acercan hasta el embarcadero de la localidad, cruzando el lago (ya comienzas a asi la visita y lo estás flipando, montas en la barca se te abre la boca y no la cierras hasta que no llegas a Salzburgo de vuelta) (y como hace frío y moscas no hay, pues no hay mucho problema)


Ya en Hallstatt, el mapa sobra, es mejor relajarse y perderse por las callejuelas intrincadas, pasear alrededor del lago y empaparse de todo. Por mencionar algunas cosillas curiosas: las minas de sal a las que llegas a través de un funicular y que dentro conservan una réplica del cadaver de un minero conservado en sal, encontrado en 1734 y que estaba conservado sorprendentemente con ropa y herramientas. (y que te clavan 15 pavos por entrar)

 Las iglesias, sobre todo la que domina la población o Pfarrkirche (iglesia parroquial) con su cementerio familiar, característica de muchas iglesias en austria, alrededor y donde se sitúa el osario Hallstätter Beinhaus, una macabra colección de cráneos y calotas decorados de forma muy elegante y expuestos al público.

Cuentan que debido a lo pequeñito del cementerio, cuando pasaba un tiempo se excavaban las tumbas mas viejas y se desalojaban los huesos de sus antigüos inquilinos para acomodar a los nuevos. Los cráneos se identificaban con el nombre concreto y se amontonaban, pero en ocasiones también se decoraban con ciertos detalles macabros o místicos, rosas, hojas de roble, laurel o hiedra, cada simbolo referido a una profecía o augurio. los cráneos más antiguos datan de 1500 y el último decorado fué alrededor de los años 50.


Aparte de las excavaciones arqueológicas, (donde encontraremos la escalera de madera más antigua de Europa y un zapato datado en el año 1000...toma curiosidades) el lago, y las cascadas Waldbachstrub, un bonito salto de 90 metros en tres tramos y que completó nuestra visita, porque en Noviembre la nieve es muy bonita pero los días a las 4 de la tarde prácticamente acaban. Antes de irnos, y como consejo, meterte en uno de las cafeterías que existen, pedir una taza de chocolata calda y sentados cerca de la ventana, disfrutar el momento, es una cosa que se te queda grabada, por lo menos a mi me pareció que todo mi cuerpos e relajaba y no existían más problemas que el de ver como iba a esquivar las bolas de nieve del pablo cuando salieramos de ahí.

La simpática camarera que nos atendió esa tarde en hallstatt

Podría estar subiendo fotos y fotos hasta colapsar esta página porque todas me parecen preciosas....si os quedais con ganas de más, una de dos o poneis a funcionar el google images o cogeis las botas y pa Austria.....

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