domingo, 16 de septiembre de 2018

CAPÍTULO 5. TRES DÍAS POR EL TIBET, CRUZANDO LA CORDILLERA DEL HIMALAYA

   Los días en Lhassa han sido agradables y cómodos, demasiado cómodos. El hotel escogido por la agencia tenía todas las estrellas del firmamento por lo que hemos descansado de escándalo, sobrellevado el mal de altura, que apenas hemos notado y hecho el cuerpo para la maratoniana experiencia de cruzar el Tibet por carretera hasta la frontera de Kerong.

No iba a ser una jornada de paseo agradable....
   La entrada en el Tibet en avión ya fue accidentada, con el desvió de nuestro avión sin una justificación razonable a Chendung (China) pero la salida iba a ser todo un ejercicio de paciencia, metidos en una furgoneta con un conductor kamikaze y más de 1000 kms por delante recorriendo la carretera de la amistad o Friendship Highway, que presumo que le pondrían este nombre porque tantas horas metido en la misma furgoneta con la misma gente dan para conocerse bien y entabalar una bonita y sufrida amistad.



PRIMERA ETAPA: LHASSA - SHIGATSE

   Esta carretera, con un asfalto sospechosamente complicado, serpentea implacable hasta alcanzar el puerto de Kamba-la, a 4700 metros de altura ya, donde podemos obtener unas vistas increibles del lago sagrado Yamdrok-tso, con sus preciosas aguas turquesas. En esta primera parte del camino, en cada mirador y curva del camino surgen puestos de artesanía y paisanos que ofrecen a los turistas posar con sus yaks o sus increibles perros decorados para sacar una foto por unos pocos yuanes. El parar a sacar unas fotos del paisaje se vuelve un suplicio de ofertas y regateos.

¿Foto con yak? 10 yuanes
Las banderas de oración marcan los principales lugares de parada
    En uno de los pasos más espectaculares, a 5560 metros de altura aparece ante nuestra vista el espectacular glaciar del paso de Kharo-la. Es un lugar realmente mágico, la lengua del glaciar alcanza casi la carretera, las cimas nevadas se alzan hasta los 7200 metros de altura, las banderas de oración se reparten por todos los rincones a los que alcanza tu vista y los tibetanos que saben que este lugar es un nido de turistas han sabido explotar la peculiaridad del lugar, tiendecillas, bailes, trajes tradicionales... la singularidad de este lugar es indescriptible. Es un punto del recorrido obligatorio para hacer una parada y tratar de ir a un "baño aromático" como los llamaba el cachondo de nuestro guía.


Paso a 5028 metros de altitud
 
Estamos cerca de la primera parada, Gyangze. La ciudad cuenta con unos 60.000 habitantes y se encuentra a 260 kms de Lhassa y unos 90 kms de Shigatse, el lugar donde tenemos programado quedarnos a dormir el primer día. Gyangze es una de las etapas obligatorias en nuestro périplo tibetano.

   La breve visita está enfocada en visitar el Monasterio Palcho (Pelkor Chöde) y su KumBum, la mayor y más importante estupa del Tíbet, con una altura de nueve pisos, 108 puertas, 10.000 pinturas murales y 76 capillas repletas de estatuas de Buda. Aunque el edificio es bonito, ya a estas alturas de viaje nos salen los budas por las orejas. Realizamos la visita bajo la amenaza de una ligera lluvia y aprovechamos para echar una cerveza y visitar un baño aromático.

KumBun del monasterio Palcho
   Con ánimos y fuerzas renovadas continuamos el viaje hasta Shigatse, con el sabor del queso seco de leche de yak en nuestra boca (este queso se denomina Chhurpi, es un queso ahumado seco que se come en el Himalaya oriental. Es muy duro de masticar, te metes el pequeño bloque de queso en la boca, comienzas a rechupetearlo, no sabe a nada especial, pero tampoco se deshace, es como chupar marmol durante horas...acabas aburrido y escupiéndolo porque no ves la luz al final del tunel, nunca se acaba) Este queso es masticado en los largos viajes trashumantes y permite a los pastores comer sin tener que cocinar ni parar.

Atasco de vacas en plena carretera
  Shigatse es la segunda ciudad más importante de Tíbet, es el hogar del Pachen Lama, la segunda figura religiosa después del Dalai Lama. Su mayor monumento es el monasterio de Tashilumpo, residencia oficial del Panchen Lama, Este monasterio en su momento de mayor actividad albergó a 4.700 monjes. Entre las joyas que encierra este monasterio se encuentra una estatua gigante del Buda de la bondad, de 26 metros de alta, bañada en 300 kilos de oro y piedras preciosas.


SEGUNDA ETAPA: SHIGATSE - KERONG

   El segundo día nos trae otras 12 horas de camino, más de 600 kms y una locura de carretera y furgoneta que vamos a tener que sobrellevar de la mejor manera posible. Sin embargo esta jornada nos va a traer uno de los momentos del viaje, de repente el día comienza a despejarse, las nubes se retiran parcialmente y ante nuestros ojos aparecen por fín los ochomiles ¡Por fín! se nos habían escondido en Nepal, la niebla cubría el amanecer en Nagarkot, no daba un resquicio a las vistas en Dhulikel, pero por fín, aparecían a lo lejos ante nuestros ojos las cumbres más elevadas del planeta.

El cielo no nos da un respiro
   Cruzamos los 5100 metros de altura del paso de Gyatso-la y entrabamos en el parque nacional de Qomolangma.(nombre que recibe el Everest en tibetano) estamos a unos escasos 100 kms del pico más elevado del planeta, Debería alzarse majestuoso en el horizonte pero hay muchas nubes, no se si de verdad o por no amargarnos el trayecto, el guía nos indica un pico que asoma entre las nubes, teóricamente es el Everest, pero no puedo estar seguro de ello. Seguimos con los ojos muy abiertos y pegados a las ventanillas pues todo lo que alcanza a ver nuestra vista es simplemente acojonante.



   Afrontamos la última parte del camino entre Tingri y la frontera en Kerong y aquí aparece la parte más espectacular del camino, las nubes se returan totalmente y surge un afilado y espectacular complejo montañoso, lleno de cumbres nevadas entre las que destacan los 7367 metros del Monte Labchi o los 8012 metros del Shishapangma.

Sector del Shishapangma
   Agotados por la dureza del camino pero satisfechos por haber podido contemplar uno de los parajes más escectaculares del planeta, llegamos a Kerong, tarde muy tarde, aunque la eficacia de nuestros guías y la amabilidad y predisposición de la gente que nos estamos encontrando hacen posible que podamos cenar antes de acostarnos. Mañana cruzaremos la frontera entre China y Nepal y vamos a tener que cargar bien las pilas pues la última etapa puede ser la más dura de las tres.

TERCERA ETAPA: KERONG - KATHAMNDÚ

   Lo primero de hoy es armarse de paciencia, salir de China y entrar en Nepal nos va a suponer muchíiiiiisimos controles de pasaporte y equipaje. La burocracia china es insoportable, lenta, pesada, aburrida, minuciosa...Te acaba por sacar de quício, hay que tener todo controlado porque cualqueir cosa les parece mal o inadecuada.

Vista de la frontera desde el lado nepalí
   Para salir de China vamos a cruzar un primer control de pasaporte en territorio chino, de primeras no nos hacen abrir el equipaje. Cruzamos un puente, que marca los límites entre las dos naciones y los militares nepalies nos reciben con ganas de revisar, abrir equipajes, sacar trastos, revolver ropa, oler comida... desesperantes¡¡¡

La frontera vista aérea
   Si pensábamos que sería sencillo, nada más lejos de la verdad. Los 100 kms que no separan de Kathamndú discurren por una carretera de montaña con tramos sin asfaltar y tramos asfaktados pero llenos de baches, con miles de curvas y pueblecillos. Para mas inri las lluvias torrenciales del monzón han provocado desprendimientos (literal, nos hemos cruzado un camión con un pedrusco enorme empotrado en la cabina)  y derrumbado dos puentes por lo que vamos a tener que hacer tres tramos en jeep 4x4. Para llegar a cada jeep vamos a tener que caminar con el equipaje a cuestas entre charcos y barro, una vez alcanzado los jeeps, en cada inicio de tramo, la parte más dura y espinosa es alcanzar un precio justo ya que los paisanos se están aprovechando de la situación y elevando los precios hasta 4 veces más altos que lo normal. La agencia se encarga de estos trámites pero las negociaciones son largas y tediosas, realmente se encarga Siri de todo, pero estar allí parados en el barro con las mochilas cargados es agotador.

Barro, barro y más barro
Carga y descarga maletas y equipaje
   Visitar realmente no visitamos nada esta jornada, todas las vistas son a través de la ventanilla del jeep, mucho paisaje verde en el valle, entramos en los parajes dentro del Parque Nacional del Valle de Langtam, los controles de equipaje y pasaporte son contínuos, lo mejor es relajarse y dejarse llevar. Las paradas son en pequeños núcleos de población con cuatro casas y cuatro tiendas, la gente es curiosa, auténtica, el turista llama mucho su atención. Tenemos la oportunidad de parar a probar las últimas marcas de cervezas nepalies que nos quedaban: Tuborg, Everest, Lhassa, Tiger, Gorkha, Nepal ice.... Me llevo la sensación de que la cerveza por aquí es un quiero y no puedo, botellas muy grandes pero sin fuerza ni cuerpo y demasiado caras. (cosa que ya sabía con anterioridad por otro lado)





Nos cruzamos muchos pueblecitos modestos y auténticos
   Tarde, tardísimo enfilamos el último tramo de carretera para entrar en Kathmandú. La ciudad es un hervidero de camiones y de tráfico, recorrer los pocos kilómetros que nos separan de Thamel se hace lento y pesado, avanzamos muy poco y cuando lo hacemos es jugándonos la vida en un adelantamiento en el que nos alineamos cuatro vehículos, dos de ellos fuera de la carretera. El jeep nos deja en nuestro barrio con tiempo suficiente para poder cenar algo con calma, darnos una buena ducha que el cuerpo está ya para pocas alegrías y ponernos al día con las redes sociales.

1000 kms de carretera imposible ...
Pasos a más de 5200 metros de altitud ...
Jornadas de más de 12 horas de jeep diarias ...
Baños aromáticos y vomitivos ...

Cruzar el Tibet y contemplar las cumbres más altas del planeta.... NO TIENE PRECIO

jueves, 6 de septiembre de 2018

BRUSELAS. RUTA DEL COMIC

  

   No todo va a ser beber cerveza como auténticos hooligans ingleses en verano, aunque parezca mentira Bruselas ofrece muchas actividades libres de contenido alcohólico y seguramente mucho más sanas para el cuerpo: Museos, exposiciones, un anillo de parques y zonas verdes que circunvalan la ciudad por completo, hasta 63 kms de carril bici (la “Promenade Verte”) y numerosos puntos de alquiler de bicicletas.

   Si Bruselas se caracteriza por algo es por la relación tan estrecha que esta ciudad mantiene con el arte del comic: Tintín, Asterix y Obelix, Lucky Lucke, Spirou, los Pitufos o Marsupilami son algunos de los hijos predilectos de la ciudad, y podemos encontrárnoslos al volver cualquier esquina, ocupando los muros y paredes que las sucesivas reformas de las calles han dejado esparcidos en los últimos 20 años por la ciudad.

Mural de Asterix y Obelix
    Al final son tantas las obras de arte (porque como obras de arte deben ser consideradas) ya más de 50 paneles, que se ha ido poco a poco tejiendo un recorrido que nos puede servir como un perfecto hilo conductor para llegar a los principales enclaves turísticos de Bruselas y a la vez sumergirnos de lleno en la historia del comic belga a través de la obra de sus principales autores. Surge de este modo un agradable callejeo por las entrañas de la ciudad conocida como "Ruta del Comic por Bruselas" y que puede darte material más que suficiente para estar entretenido casi un día entero.

   La realidad es que no hay una sino tres rutas diferentes, una por el centro, una por el barrio de Sablon/Marolles y una en las afueras, en los barrios de Laeken/Heysel. Una opción es salir a andar sin un rumbo fijo, simplemente llevando los ojos un poquito abiertos en cualquier momento aparecerá uno de los murales. Otra de las opciones es hacernos con un mapa que nos guíe un poquito para no dar paseos a lo tonto. Podemos conseguir uno en la oficina de turismo, hay tres mapas especificos del comic y valen 1 € cada uno, de la ruta del cómic, de Tintín y de Marc Sleen (uno de los mayores exponentes del comic belga) La tercera opción es contratar un tour privado que te guie y te explique los principales murales, te puedes informar en este enlace Tour privado por el comic en Bruselas

Un ejemplo de ruta por el centro de la ciudad
Mural dedicado a Lucky Lucke
Mural Dany, Olivier Rameau
Mural Chaland, Le jeune Albert
Mural Yoko Tsuno
Mural Frank Pé, Broussaille
Mural Schuite, Le passage
   Si la temática del paseo va a ser el mundo del comic belga, se hace indispensable la visita al Museo del Comic de Bruselas (Centre Belge de la Bande Dessinée o CBBD) localizado en un antiguo edificio de estilo Art Noveau en el número 20 de la Rue des Sables. El precio para un adulto es de 10 euros aunque la entrada es gratuita con la Brussels card. El horario de visita es entre las 10:00 y las 18:00 y especialmente rinde tributo al personaje del comic belga más característico, Tintín.

Interior del museo del comic de Bruselas
    Este museo no es el único espacio dedicado al cómic, existen otras salas centradas en esta temática como la casa del cómic (Maison de la Bande Dessinée); las galerías Champaka y The Cartoonist. Para los mas frikis Bruselas encierra el paraíso del comic en el village de la bande dessinée, la aldea del cómic: más de 1.500 m2, de callejones y plazas lleno de restaurantes y cafés temáticos, una librería y una galería. Uno de los momentos ideales para visitar Bruselas y exprimir al máximo esta experiencia podría ser durante el festival anual de Anime en febrero o durante el festival del cómic de septiembre, cuando la ciudad se viste de gala y se llena de exposiciones, visitas guiadas conferencias, talleres, firma de autores autores y muchas más actividades para los amantes de este arte independientemente de su edad.

Le Village de la bande dessinée
Mural Tibet & Duchateau, Ric Hotet
Mural Vandersteen, Bob y Bobette
Mural Geluck, Le Chat
Mural Roba, Boule et Bill

martes, 4 de septiembre de 2018

CAPÍTULO 4. LHASSA. TIERRA INVADIDA

  

   Lo cierto es que la idea que tenía de Lhassa cuando surgió la posibilidad de realizar este viaje respondía a lo que había visto en Dharamsala en la India. Me cuadraba, si el hogar del Dalai Lama estaba en un lugar idílico entre las montañas, si Lhassa era la capital del Tibet, el centro geográfico del del budismo...todo me sonaba a lugar perdido en el tiempo y en los mapas, un lugar inaccesible donde se conservaba íntegra la esencia y la magia de Asia.


   Nada más lejos de la verdad, lo único realmente exacto es lo dificil de su accesibilidad.... Viajar por el Tibet puede llegar a resultar un engorro máximo de papeleo, burocracia, controles militares, revisiones de pasaporte y normas pre establecidas por el gobierno chino buscando evitar todo tipo de suspicacias y situaciones embarazonas que pongan en duda su autoridad sobre este territorio. Hay que tenerlo completamente claro, para poder viajar por el Tibet hay que hacerlo a través de una agencia, no se puede montar el viaje por tu cuenta.


   ¿Magia? ¿Esencia? Lhassa la ha debido perder toda, o vamos, se la han ido arrebatando poco a poco. Tuvo que ser un lugar impresionante, lleno de templos, monasterios y monumentos, donde la devoción impregnaba cada rincón pero la ocupación china, su posterior "revolución cultural" y el control miltar y político posterior han ido poco a poco reconstruyendo una ciudad sin alma, de altos edificios de viviendas  de hormigón, fábricas y grandes avenidas, enfocada a la repoblación progresiva con población china y poco a poco la extinción, aniquilación, desaparición, no se qué palabra usar exactamente, de la cultura tibetana.

Lhassa, en plena ebullición
   
MONASTERIO DE SERA

   Es el último de los tres principales monasterios de la secta amarilla construidos en Lhasa. Fue fundado en 1419 por Sakya Yeshe, discípulo de Tsongkhapa. Aunque llegó a albergar más de 5000 monjes en su momento de máximo esplendor, actualmente el número no supera el de unos pocos cientos, que pueden ser observados a diario durante sus actividades de debate. A las 3 de la tarde en uno de los patios discuten por parejas sobre diferentes cuestiones filosóficas, no se muy bien la realidad de esta actividad, si realmente está enfocada a su formación o ya forma parte de un show turístico, me pasa lo mismo que con el asunto de la Kumari de Kathmandú, ¿dónde acaba la esencia y dónde el show turístico?

Monasterio de Sera
Monjes en plena actividad de debate
    Sea la realidad que sea, el Monasterio de Sera es otra visita indispensable en Lhassa. Llega un momento en que las explicaciones en sí te sobran porque son muy repetitivas, pero hacer esta visita con los ojos bien abiertos ayuda a empaparse de la cultura tibetana.

   Solo una curiosidad, un poco de cultura tras el mareo a budas que nos traía el Jimmy (nuestro guía tibetano), ya llegó un momento en que a mi me salían los budas por las orejas... Si ya es complicado razonar lo de la santísima trinidad cristiana, el que entienda el rollo budista que se ponga a ello, porque madre mía. Yo lo voy a intentar resumir a mi manera aunque se que no voy a utilizar el vocabulario exacto.

   Existen tres manifestaciones de budas principales o budas de los tres tiempos:
  • El Buda del pasado o Buda Dipankara, alcanzó la iluminación mucho tiempo antes que Sidarta Gautama. Se representa sentado en su trono en una posición normal.
  • El Buda del presente, el Buda que conocemos como Siddartha Gautama o Buda Sakiamuni, nació en Nepal hace 2500 años, es el el típico que aparece en la postura de meditación con las piernas cruzadas una sobre otra y realizando uno de los gestos o mudras característicos con sus manos. 
  • El Buda del futuro o Maitreiya, el buda que está por venir, que suele representarse de pie y realizando la mudra de bendición.
  • Buda Hotei o Buda sonriente, no es exactamente un Buda, popularmente aparece en algunos países  del sudeste asiático y es una representación de un monje budista gordito, sonriente y enjoyado.
Buda Hotei
 Para complicar la historia un poquito más, cada uno de estas representaciones puede a su vez realizar una mudra característica, es decir, un gesto con sus manos, los principales serían los siguientes:
  • El mudra ‘bhumisparsha’ se representa sentado, con la mano derecha descansando sobre la rodilla y con los dedos apuntando hacia el suelo. La mano derecha se apoya en el regazo, con la palma hacia arriba. Este mudra significa ‘tocar la tierra’ o ‘llamar a la tierra como testigo’ y representa el momento en el que Buda se iluminó bajo el árbol de Bodhi y únicamente la Tierra asistió como testigo de su iluminación.
  • El mudra ‘dhyana’ con ambas manos descansando sobre el regazo. El dorso de la mano derecha se inclina sobre la palma de la mano derecha. A menudo los pulgares se tocan entre sí, formando el triángulo místico. Es el mudra de la meditación y simboliza la sabiduría
  • El mudra ‘abhaya’ con la mano derecha levantada, con la palma hacia fuera y los dedos hacia arriba, mientras que el brazo izquierdo está junto al cuerpo. Este mudra es el gesto del valor.
  • El mudra ‘varada’ con la palma mirando al espectador. Los cinco dedos extendidos representan las cinco perfecciones: generosidad, moralidad, paciencia, esfuerzo y concentración. Este mudra significa compasión y caridad.
  • El mudra ‘karana’ con el dedo índice y el meñique apuntan hacia arriba, mientras que los otros están doblados hacia la palma. El significado de este gesto es el de alejar al mal y deshacerse de demonios y de energías negativas.
  • El mudra‘dharmachakra’ muestra la punta de un dedo índice que toca la punta del pulgar y el dedo índice de lo otra mano, formando el círculo místico junto al corazón. Representa el gesto de la enseñanza
  • El mudra ‘vitarka’ muestra las puntas el pulgar y el índice que se tocan y forman un círculo. La mano derecha se sostiene frente al observador, y la izquierda descansa en el regazo. representa un flujo infinito de energía
   Aunque en su momento intenté retener toda esta información que nos iban dando, bien Siri, bien Jimmy, al final se te hace un jaleo de nombres y significados en la cabeza que es muy dificil d ordenar al llegar a casa, ghe completa esta información en el siguiente enlace El significado de los gestos de Buda


PALACIO DE POTALA

    El lugar de residencia habitual y palacio de Invierno del Dalai Lama es la máxima expresión de la arquitectura tibetana y el lugar más emblemático de Lhassa. Desde la colina en la que está ubicado preside, supongo que resignado, la metamorfosis que sufre la ciudad.

   Fue clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994. Esta declaración fue ampliada en los años 2000 y 2001 para abarcar a los monumentos vecinos del Palacio Norbulingka y el Templo de Jokhang.

    Comenzó a ser edificado bajo el mandato del quinto Dalai Lama y posteriormente ha sufrido reformas bajo los mandatos de los sucesivos Dalais hasta alcanzar su fisionomía definitiva a comienzos del siglo XX.

La foto más buscada al anochecer
    El lugar es muy curioso. Según llegas, comienzas a ver miles de peregrinos dando vueltas interminables alrededor del recinto, recintando sus plegarias, dando vueltas a sus molinos de oración, arrodillándose cada dos pasos... poco a poco te vas impregnando de la suntuosidad y el respeto que muestran los tibetanos hacia sus creencias.

Vista lateral del palacio
   Tras acceder al recinto (y superar la pesadilla de chinos con sus controles obsesivos de las entradas) debemos ascender una interminable escalinata de 400 escalones que nos dejará en Deyang Shar, el patio del Palacio Blanco, a las puertas del principal complejo palaciego. Una vez dentro del complejo comienzas una sucesión de salas, dormitorios, dependencias, tumbas de lamas, estatuas de budas en infinitas posiciones....te van contando la historia y llega un momento en que tienes tantos nombres diferentes en la cabeza que no sabes ya por donde te viene el cuento.

   En el interior del palacio están prohibidas las fotografías por lo que si hay alguna que acompaña este texto es sacada a través de internet. La verdad es que es un lugar increible al que ninguna fotografía puede hacer justicia, que es mejor verlo con tus propios ojos, escuchar las explicaciones que te brinde el guía, disfrutar de lo que tus sentidos te brindan en ese momento.

Potala al fondo
   Lo que también me gustaría expresar, y es una apreciación que se ha repetido en todos los lugares sagrados que hemos visitado, es la sensación de negocio que envuelve el mundo de la religión (sea la religión que sea, no hago diferencias, pues ya he tenido contacto con varios y todas me parecen lo mismo) Cada estatua, cada esquina, cada tumba, cada fotografía, cada pared aparece recubierta de billetes que van dejando los turistas, fieles y peregrinos...los montones son alucinantes, hay veces que los billetes aparecen destrozados, humedecidos, echados a perder...en otras ocasiones entras en una habitación en la que varios monjes susurrando oraciones, no tienen más ocupación que amontonar y contar fajos de billetes, la imagen pierde todo el romanticismo, de verdad. Incluso se perciben gestos de picardía, monjes encargados de colocar lo más visible posible aquellos billetes de mayor valor, supongo que con la creencia de que dinero llama a dinero y a ese billete le acompañarán otros nuevos del mismo o mayor cuantía. Me parece un circo innecesario, hablamos de un país que se apoya en la agricultura como método de subsistencia, que gran parte de su población subsiste con lo mínimo, y observas como gente que seguramente las esté pasando putas, camina por estos lugares dejando billetes a cada monje, sobre cada ídolo que ven, de forma ilógicamente mecánica y repetitiva.

   Obviando esto, Potala es un lugar inmenso donde te vs a cansar de ver budas en todas sus posiciones y variantes posibles, mandalas y símbolos, capillas y tumbas...y todo lo tienes que visitar en un plazo máximo de 1 hora, que es el tiempo del que dispones para recorrer todo el complejo desde la puerta de entrada superior. ¿Recomendable?  la palabra adecuada es indispensable. Visitar Lhassa y no recorrer Potala es como viajar a la India y dejarte el Taj Mahal en el tintero.

PALACIO DE NORBULINGKA

   Fue el palacio de verano del Dalai Lama durante mucho tiempo, desde 1780 hasta la ocupación por el Gobierno Chino.  Forma junto con el palacio de Potala un conjunto Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En sus 360.000 kms cuadrados encierra varios complejos palaciegos, numerosas fuentes y estatuas y hasta un pequeño zoológico, el único zoológico del Tibet.

Palacio de Norbulingka
MONASTERIO DE DREPUNG

   El Monasterio Drepung fue la residencia de los Lideres Espirituales antes de la construcción del Palacio Potala y está ubicado en el monte Gambo Utse, cinco kilómetros al oeste de la ciudad. Al encontrarse en este lugar privilegiado, las vistas de la ciudad desde sus diferentes miradores son privilegiadas.

Vistas de Lhassa desde Deprung
   Drepung fue fundado por uno de los discípulos más importantes de Tsongkhapa, el fundador del budismo gelukpa (la secta de los gorritos amarillos) y fue un importante centro de formación budista que llegó a tener siete colegios y llegó a alojar a más de 10.000 monjes. Actualmente el número es mucho menor, aunque siguen llevando el mismo estilo de vida y cumpliendo con los mismos quehaceres, el recinto conserva esplendidos murales, magníficas estatuas y otros fabulosos tesoros, uno de los más importantes es el enorma tapiz o Tanka que se exhibe en la montaña cada año a principios de agosto.

Monasterio de Drepung y la Tanka al fondo
TEMPLO DE JONKHANG

   Localizado en el centro de la ciudad, este templo tiene más de 1350 años de historia y es uno de los centros religiosos más importantes de la ciudad, es el centro espiritual del Tíbet y el lugar más sagrado de destino para los peregrinos budistas tibetanos.  En este templo se encuentra una estatua de Buda que fue traída por una princesa china desde sus tierras.

Templo de Jonkhang
   Songtsan Gampo fue el primer emperador y fundador del imperio tibetano. Se casó con la princesa nepalesa, Bhrikuti Devi, en 630. Un año después, contrajo nupcias con la princesa china Wencheng, hija del emperador chino. Ambas mujeres eran budistas y se asume que ellas introujeron el budismo en el Tibet. Cada una de ellas regaló una estatua de Buda al emperador. En este lugar se encuentra la que trajó la querida princesa china.

La estatua sagrada del Buda de Jonkhang
    Recientemente este templo ha sufrido un pequeño incendio debido a una fallo en los sistemas de ventilación y que pudo habr tenido consecuencias desastrosas al quedar dañada parte de la cubierta superior.

Vistas interiores del Templo de Jonkhang
   La calle que rodea el Templo Jokhang es nombrado como mercado de Barkhor. Es un animado centro comercial donde se venden muchos objetos típicos de Tíbet: souvenirs, textiles, joyería etc. Es un lugar donde merece la pena perderse durante unas horas y regatear hasta la extenuación con los comerciantes.