Momento crítico donde los haya. Hasta ahora no ha sido diseñada
la maleta (en este caso mochila) que pueda acoger los montones de equipaje
previstos para un viaje de tal calibre.
¿lloverá?
Cómo no va a llover si es temporada de Monzones... ¿y yo que se, tu ves que
tenga pinta de llover? ¿Hará frio? Cómo va a hacer frío si estamos en
Agosto...ya, aquí pero y allí? Entonces qué hago, ¿me llevo una rebequita por
si refresca? ¿llevo más de un par de zapatillas? ¿botas? ¿zapatillas de ballet?
pohhhhh...
es que es difícil, es un país tan lejano y es tanto tiempo que no
sabes ni por dónde empezar.
Para intentar ayudar en semejante crisis, aquí van mis
reflexiones y consejos. Ahora yo aquí lo dejo, partimos de la base de lo
desastre que soy para estas cosas y de lo tercermundista que enfocamos el
viaje, asique cada uno que se haga una idea aproximada y saque lo más útil que
encuentre en mis palabras.
Mi mochila no se caracteriza por ser grande, creo recordar
que tanto a la ida como a la vuelta su peso ha rondado los 11 kgs, cierto es
que tras las compras y regalos, me tocó comprar otra bolsa de mano, para no forzar
las costuras de la pobrecita, pero vamos que las hay más grandes y que permiten
más carga.
Doy por hecho que no tengo que mencionar cosas básicas como
la bolsa de aseo con todos los achiperres, toalla de cara y de cuerpo (Decathlon
oferta unas maravillosas que ocupan na´ y menos y secan enseguida)
chanclas...indispensables las chanclas porque las duchas y bueno...que a veces
las habitaciones no se prodigan mucho con la higiene (dan fe de ello la
colección de humedades, cucarachas, tijeretas y hasta una rata que hemos visto
por los hoteles) Un objeto infravalorado y que acabará teniendo un valor
significativo es la esponja o el guante de paño....y a finales de viaje un
estropajo de alambre si se cruza... nada comparable con el placer de una ducha
frotando y frotando hasta enrojecer la piel.
Como ropa de diario ( y de fin de semana vamos, aquí de
lujos nada) yo no metería nada que te doliera perder o dejar allí. A poco que
vistas, vas a ser de lo más elegante y moderno de la calle y allí los turistas, no se el porqué, se
vuelven místicos y profundos y se disfrazan de hippies con ropa que, estoy
seguro, jamás se pondrían en su ciudad natal. Parece ser que ir a la India
supone elevarte a un nivel superior de tu consciencia mística y alcanzar el
nirvana de la moda del mercadillo perrofláutico.
Yo opté por meter camisetas técnicas (de esas que me dan en
las carreras, que no valen dos duros, el tejido seca enseguida y ocupan poco)
Casi todas eran blancas.... y jamás volverán a ser blancas del todo... la hoja
de ruta marcada era que al mismo tiempo que te duchabas la lavabas con una
pastilla de jabón (muchos sitios ofertan servicio de lavandería pero es por
piezas y es un engorro, sin llegar a ser cara pero...) bueno que no lo contemplamos y le
estuvimos dando al jaboncito y colgando las prendas en la habitación...y bueno,
para salir del paso sirve, pero después de una semana...nada recupera su color
y su olor original.
También metí una camiseta de manga larga de algodón, que
para las noches viene muy bien por si los mosquitos o la fresca. Otra vez
Decathlon y sus camisetas de 3 euros te puede sacar muy bien del apuro.
Pantalones, los desmontables de Pablo me parecieron todo un
acierto. Yo llevaba cortos, una pantaloneta y tres pares largos, dos de ellos
con la idea de darles su último uso y que quedaran allí. Esto no es ninguna
tontería, todos tenemos ropa que no nos ponemos porque es vieja o está algo
gastada, la llevas, te sacan el viaje adelante (en serio que lo de ir a la moda
allí no se tercia) y luego dejas todo lo posible allí, haces hueco en la maleta
y a ellos les haces un favor, todo supone una ayuda.
Con el calzado me la jugué al único par que llevaba puesto.
Bueno, salió bien porque no nos llovió mucho y no me las birlaron en ningún
templo... (cada vez que visitas un templo, incluso en algunos hostales, las
zapatillas se quedan fuera con otra montonera de ellas...) bueno, no pasó nada
pero también qué situación sería salir y que hubieran volado. Con las chanclas
como calzado auxiliar por si acaso se calan las zapatillas normales y las
puestas nos sobró, pero claro, si te vas a liar a hacer trekking o meterte en
zonas ya más engorrosas...mejor calzado de trekking o botas.
Lo demás, lo razonable, mudas todas las que puedas, aunque
puedes volver a tirar de jaboncito cuando te veas comprometido. Calcetinestambién,que van a faltar, por no ir descalzo en algunos templos los haces en calcetines que
inmediatamente tiras a una papelera porque su olor es insoportable (pasear
descalzo por Karni Mata, el templo sagrado de las ratas no es algo que apetezca
mucho la verdad) asique mejor que sobre que no que falten.
Chubasquero para la lluvia..que llover poco o mucho lloverá.
Un buff para la cabeza porque después de la lluvia saldrá un sol abrasador
(mejor el buff que una gorrilla o un sombrero digo yo, más cómodo) y creo que
poca cosa más. Si eres mujer, vas a tener que ir tapada sí o sí, que los indios
son muy mirones y al asunto de la religión le tienen mucho cariño...asique ropa
larga, una buena pasmina o un pañuelo y te quitas de un problema.
No he mencionado nada de pijama ¿no? allá cada cual con su
pijama de Pocoyó...para mí la pantaloneta es muy socorrida y una camiseta vieja
y a correr...no tienen el tacto de la franelita pero bueno, es más cómodo.
Comodidad es la palabra que debería describir nuestro equipaje supongo, que sea
cómodo y de escaso valor económico.
Es un viaje largo, con muchas horas de trenes y buses que se
hacen insoportablemente tediosas...La baraja de cartas es algo muy socorrido,
un libro pequeño, una revistilla... un buen candado para quitarte de preocupaciones
en los trenes nocturnos, el cargador del móvil y la funda exterior impermeable.
y apañao. Todo lo demás se soluciona con rupias...asique supongo que no hay
nada que puedas olvidarte y que suponga un problema irremediable.
Ahora rellena el resto del espacio libre con tooooooodo lo que mencionamos en el post anterior...y descubrirás que mágicamente, has vuelto a calcular mal el espacio y toca sacar todo de nuevo y volver a echar cuentas. Esto es así, es ley, no te amargues y disfruta que estos momentos son parte del viaje.
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